Una obra sobre el trabajo

VERSíCULO

Colosenses 3:23-24

Todo lo que hagan, háganlo de buena gana, como si estuvieran sirviendo al Señor y no a los hombres. Pues ya saben que, en recompensa, el Señor les dará parte en la herencia. Porque ustedes sirven a Cristo, que es su verdadero Señor.

¿Alguna vez Dios te ha pedido que hicieras algo difícil? ¿Te has preguntado por qué debes trabajar tan duro? Entonces debes conocer a Noé.

Noé era un hombre piadoso. Tenía una familia piadosa – una esposa, tres hijos junto con la esposa de cada hijo. Lo que era tan inusual de Noé y su familia, es que era la única familia piadosa que quedaba en todo el mundo. Todos los demás estaban haciendo cosas realmente desagradables.

Dios se dio cuenta de todas las cosas malas que las personas estaban haciendo. Dios estaba enojado-tan enojado que decidió destruir al mundo. Pero primero, Dios tenía un trabajo importante para Noé y su familia.

“Noé. Tengo un trabajo para ti.”
“Sí, Señor. Haré hacer cualquier cosa para ti.”
“Bueno. Quiero que construyas un barco muy grande. El barco debe ser de 450 pies de largo, 75 pies de ancho y 45 pies de alto. Haz un techo sobre el barco. Cubra todo el barco con brea.”

Ahora, ese era un barco muy grande para que una sola familia la construyera. ¿Qué hizo Noé? Siguió todas las instrucciones que Dios le dio. Noé trabajó durante años y años en la construcción de ese barco. Una vez que lo terminó, Dios le dijo a Noé que pusiera animales en el arca. Primero vinieron los animales. Luego llegaron las lluvias. El agua inundó la tierra, pero Noé, su familia y los animales estaban a salvo. ¿Por qué? Porque Noé trabajó duro para Dios. Noé no se rindió. Noé no tomó la salida fácil. Noé ni siquiera se quejó de tener que construir un barco tan grande.

¿Sabes lo que Dios está pidiendo que hagas? No importa lo que sea, trabaja duro. Trabaja con gozo. ¡Trabaja para el Señor! (Puedes leer todo esto en Génesis 6-9).

Una obra sobre el trabajo

 

Eli y sus amigos presentan una obra teatral en dos actos sobre el trabajo, con Hercueli como el protagonista principal.

 

 

 

 

 

TEMA

Trabajo.

VERSíCULO PARA MEMORIZAR

Colosenses 3:23-24

Todo lo que hagan, háganlo de buena gana, como si estuvieran sirviendo al Señor y no a los hombres. Pues ya saben que, en recompensa, el Señor les dará parte en la herencia. Porque ustedes sirven a Cristo, que es su verdadero Señor.

NOTAS

Algunas personas dicen que el trabajo es un mal necesario. Pero no es así como lo ve la Biblia. Ya en el Jardín del Edén, antes de que el pecado entrara en el mundo, Dios les dio a Adán y Eva, trabajo que hacer. Y la Biblia llama a lo que Dios hizo en la creación del mundo “trabajo”. El trabajo más importante que podemos hacer es predicar el evangelio. Pero, ¿cómo hacemos para que nuestro trabajo regular pueda ser la predicación más poderosa que logremos? ¿Hacemos bien nuestro trabajo? ¿Lo hacemos con gozo? ¿Pueden las personas para las que trabajamos ver al Dios que servimos por la manera en que cumplimos las tareas? Nuestra oración puede ser la oración de Moisés en el Salmo 90:17: “Que la bondad del Señor, nuestro Dios, esté sobre nosotros. ¡Afirma, Señor, nuestro trabajo! ¡Afirma, sí, nuestro trabajo!”

PRÁCTICA

¿Escuchaste bien esta historia?

P. ¿Qué tenía que hacer Hercueli en esta historia?
R. Llevar comida a un amigo.

P. ¿Quiénes eran las dos mujeres que conoció?
R. Virtud y Placer.

P. En el primer sueño, ¿qué le dio de comer la abuelita a Hercueli?
R. Nada.

P. ¿Por qué?
R. Porque no hizo ningún trabajo.

P. ¿Cuál fue la ocupación de Hercueli en el segundo sueño?
R. Remador.

P. ¿Por qué?
R. Porque jugó en lugar de estudiar.

BUENA PREGUNTA

Esta pregunta es para ayudar a los niños a desarrollar un conocimiento bíblico de Dios. El propósito es ayudar a los padres a guiar la conversación hacia un entendimiento bíblico. Le recomendamos que use una Biblia abierta en esta conversación.

  1. ¿Cuáles trabajos crees que son importantes? ¿Cuáles son trabajos sin importancia? ¿Importa cómo hacemos un trabajo sin importancia? ¿Por qué es importante siempre hacer lo mejor en todo lo que hacemos?
  2. R. Porque en todo lo que hacemos honramos a Dios o deshonramos a Dios. Si hacemos un buen trabajo lavando pisos o dando un discurso, eso puede demostrar que nuestro verdadero jefe es Dios y queremos hacer lo mejor para él. También, lea y discuta estos versos con sus hijos: Eclesiastés 9:10 – “Y todo lo que esté en tu mano hacer, hazlo con todo empeño; porque en el sepulcro, que es donde irás a parar, no se hace nada ni se piensa nada, ni hay conocimientos ni sabiduría.” Proverbios 22:29 – “El que hace bien su trabajo, estará al servicio de reyes y no de gente insignificante.” 2 Tesalonicenses 3:10 -“Cuando estuvimos con ustedes, les dimos esta regla: El que no quiera trabajar, que tampoco coma.”

¿Y QUÉ?

Si no ponemos en acción lo que escuchamos, no aprendemos, por lo que esta actividad tiene como objetivo motivar a acción lo que hemos aprendido acerca de Dios y su deseo para nosotros.

¿Hay algún trabajo que no te gusta hacer? ¿Tus tareas? ¿Limpiar tu dormitorio? ¿Levantar la mesa? Esta semana piensa que cuando estás haciendo tu trabajo estás realmente trabajando para Dios y entonces haz lo mejor posible. Luego resuelve tener esta actitud para todos tus trabajos, todo el tiempo.

 

VERSíCULO

Colosenses 3:23-24

Todo lo que hagan, háganlo de buena gana, como si estuvieran sirviendo al Señor y no a los hombres. Pues ya saben que, en recompensa, el Señor les dará parte en la herencia. Porque ustedes sirven a Cristo, que es su verdadero Señor.

¿Alguna vez Dios te ha pedido que hicieras algo difícil? ¿Te has preguntado por qué debes trabajar tan duro? Entonces debes conocer a Noé.

Noé era un hombre piadoso. Tenía una familia piadosa – una esposa, tres hijos junto con la esposa de cada hijo. Lo que era tan inusual de Noé y su familia, es que era la única familia piadosa que quedaba en todo el mundo. Todos los demás estaban haciendo cosas realmente desagradables.

Dios se dio cuenta de todas las cosas malas que las personas estaban haciendo. Dios estaba enojado-tan enojado que decidió destruir al mundo. Pero primero, Dios tenía un trabajo importante para Noé y su familia.

“Noé. Tengo un trabajo para ti.”
“Sí, Señor. Haré hacer cualquier cosa para ti.”
“Bueno. Quiero que construyas un barco muy grande. El barco debe ser de 450 pies de largo, 75 pies de ancho y 45 pies de alto. Haz un techo sobre el barco. Cubra todo el barco con brea.”

Ahora, ese era un barco muy grande para que una sola familia la construyera. ¿Qué hizo Noé? Siguió todas las instrucciones que Dios le dio. Noé trabajó durante años y años en la construcción de ese barco. Una vez que lo terminó, Dios le dijo a Noé que pusiera animales en el arca. Primero vinieron los animales. Luego llegaron las lluvias. El agua inundó la tierra, pero Noé, su familia y los animales estaban a salvo. ¿Por qué? Porque Noé trabajó duro para Dios. Noé no se rindió. Noé no tomó la salida fácil. Noé ni siquiera se quejó de tener que construir un barco tan grande.

¿Sabes lo que Dios está pidiendo que hagas? No importa lo que sea, trabaja duro. Trabaja con gozo. ¡Trabaja para el Señor! (Puedes leer todo esto en Génesis 6-9).

Amonestación escolar

 

Eli y sus amigos enfrentan a sus miedos más grandes-Patinetas (la oficina del director), Eli (dentista), y Pillín (hablar en público).

 

 

 

 

 

TEMA

Temor.

VERSíCULO PARA MEMORIZAR

Salmo 56:3-4
Cuando tengo miedo, confío en Dios y no tengo miedo.

NOTAS

El miedo es una emoción común en todos nosotros. A veces el miedo es un regalo, algo que nos advierte del peligro y nos impulsa a estar en guardia. Pero ese no es el tipo de miedo al que Eli y sus amigos se enfrentan en este episodio. Ellos enfrentan algunos de los temores más comunes que los chicos/niños experimentan… miedo a lo desconocido, miedo a un nuevo reto, o miedo al castigo.

¿Qué haces cuando tienes miedo? ¿Te preocupas? ¿Corres? ¿Te escondes? ¿Te niegas a tomar riesgos? El versículo de la Biblia que animó a Eli y sus amigos, es uno que haríamos bien en recordar y enseñar a nuestros hijos. “Cuando tengo miedo, confío en Dios y no tengo miedo.” ¿Es esto tu testimonio? ¿Estás enseñando a tus hijos a confiar en Dios cuando tienen miedo?

 

PRÁCTICA

¿Escuchaste bien esta historia?

  1. ¿Cuál fue el gran temor de Patinetas?
    R. Ir a la oficina del director.
  2. Y Eli, ¿de qué tenía temor?
    R. De ir al dentista.
  3. ¿Qué hizo que Pillín tuviera tanto miedo?
    R. Hablar frente a un grupo de personas.

BUENA PREGUNTA

Esta pregunta es para ayudar a los niños a desarrollar un conocimiento bíblico de Dios. El propósito es ayudar a los padres a guiar la conversación hacia un entendimiento bíblico. Le recomendamos que use una Biblia abierta en esta conversación.

  1. ¿Por qué poner nuestra confianza en Dios nos quita el temor?
  2. R. Dos razones:

1) Porque Dios nos ama. 1 Juan 4: 8 nos dice que Dios es amor. Continúa asegurándonos que el amor de Dios es amor puesto en acción: “Dios mostró su amor hacia nosotros al enviar a su Hijo único al mundo para que tengamos vida por él.” El amor como este “echa afuera el miedo” (versículo 18). Así que, cuando somos amados por el amor perfecto de Dios, no hay lugar para el temor.

2) Porque Dios ha prometido estar con nosotros en todas las circunstancias, incluso en aquellas que nos dan temor. Como dice el Salmo 23: “Aunque pase por el más oscuro de los valles,

no temeré peligro alguno, porque tú, Señor, estás conmigo” (Memorizar Salmo 23 sería un gran proyecto para la familia). También Isaías 43:1 nos asegura: “No temas, que yo te he libertado; yo te llamé por tu nombre, tú eres mío”.

¿Y QUÉ?

Si no ponemos en acción lo que escuchamos, no aprendemos, por lo que esta actividad tiene como objetivo motivar a acción lo que hemos aprendido acerca de Dios y su deseo para nosotros.

¿Cuál es tu temor más grande? ¿Puedes contarle a Jesús? ¿Confías en Él para ayudarte?

 

VERSíCULO

Jueces 6-7

¿Te preocupas mucho? No estás solo. Gedeón era un campeón angustiado. Siempre andaba preocupado, pero siempre hacía lo correcto cuando estaba preocupado. A ver si te puedes dar cuenta qué era.

Un día el Señor se acercó a Gedeón. El Señor empezó a decir que lo había elegido para rescatar a los israelitas de los madianitas malvados, pero Gedeón lo interrumpió y le dijo: “Dame una prueba de que realmente eres tú quien habla conmigo.”

Dios hizo una señal para tranquilizarlo. Entonces le explicó su plan para salvar a los israelitas. Una vez más, Gedeón se preocupó y dijo: “Si de veras me vas a usar para salvar a Israel, como tú mismo has dicho, voy a poner el cuero lanudo de una oveja en el lugar donde se trilla el trigo. Si por la mañana la lana está mojada de rocío, pero la tierra está seca, sabré que de veras vas a usarme para salvar a Israel, como tú mismo has dicho.”

Dios escuchó la preocupación de Gedeón, empapó el trozo de lana y dejó seca la tierra alrededor de ella. Al día siguiente Gedeón pidió a Dios que dejara la lana seca mientras que a su alrededor todo estuviera mojado. Dios lo hizo y finalmente, Gedeón creyó que era Dios quien estaba hablando.

Entonces Dios le dijo a Gedeón que condujera a 300 hombres contra los madianitas. De nuevo Gedeón estuvo preocupado, así que Dios le ordenó: “Levántate y baja a atacar a los madianitas, pues los voy a entregar en tus manos. Pero si tienes miedo de atacarlos, baja antes al campamento con Purá, tu criado, y escucha lo que digan. Después te sentirás con más ánimo para atacarlos.”  Gedeón se arrastró hasta el campamento y escuchó al enemigo hablando de su temor a Dios. ¡Al fin, Gedeón estaba listo para luchar!

Una y otra vez, Gedeón estaba preocupado por lo que pudiera pasar. Estaba demasiado preocupado, pero en cada ocasión hablaba con Dios y le pedía ayuda. Y cada vez Dios lo tranquilizaba. Dios no se cansó de ayudar a Gedeón para que dejara de preocuparse.

Es lo mismo contigo. Cuando sientes que la preocupación se está apoderando de ti, cuéntale a Dios. Pídele que te ayude. Dios no le falló  a Gedeón, y nunca te fallará a ti, tampoco.

Amonestación escolar

 

TEMA

Temor.

VERSíCULO PARA MEMORIZAR

Salmo 56:3-4
Cuando tengo miedo, confío en Dios y no tengo miedo.

NOTAS

El miedo es una emoción común en todos nosotros. A veces el miedo es un regalo, algo que nos advierte del peligro y nos impulsa a estar en guardia. Pero ese no es el tipo de miedo al que Eli y sus amigos se enfrentan en este episodio. Ellos enfrentan algunos de los temores más comunes que los chicos/niños experimentan… miedo a lo desconocido, miedo a un nuevo reto, o miedo al castigo.

¿Qué haces cuando tienes miedo? ¿Te preocupas? ¿Corres? ¿Te escondes? ¿Te niegas a tomar riesgos? El versículo de la Biblia que animó a Eli y sus amigos, es uno que haríamos bien en recordar y enseñar a nuestros hijos. “Cuando tengo miedo, confío en Dios y no tengo miedo.” ¿Es esto tu testimonio? ¿Estás enseñando a tus hijos a confiar en Dios cuando tienen miedo?

 

PRÁCTICA

¿Escuchaste bien esta historia?

  1. ¿Cuál fue el gran temor de Patinetas?
    R. Ir a la oficina del director.
  2. Y Eli, ¿de qué tenía temor?
    R. De ir al dentista.
  3. ¿Qué hizo que Pillín tuviera tanto miedo?
    R. Hablar frente a un grupo de personas.

BUENA PREGUNTA

Esta pregunta es para ayudar a los niños a desarrollar un conocimiento bíblico de Dios. El propósito es ayudar a los padres a guiar la conversación hacia un entendimiento bíblico. Le recomendamos que use una Biblia abierta en esta conversación.

  1. ¿Por qué poner nuestra confianza en Dios nos quita el temor?
  2. R. Dos razones:

1) Porque Dios nos ama. 1 Juan 4: 8 nos dice que Dios es amor. Continúa asegurándonos que el amor de Dios es amor puesto en acción: “Dios mostró su amor hacia nosotros al enviar a su Hijo único al mundo para que tengamos vida por él.” El amor como este “echa afuera el miedo” (versículo 18). Así que, cuando somos amados por el amor perfecto de Dios, no hay lugar para el temor.

2) Porque Dios ha prometido estar con nosotros en todas las circunstancias, incluso en aquellas que nos dan temor. Como dice el Salmo 23: “Aunque pase por el más oscuro de los valles,

no temeré peligro alguno, porque tú, Señor, estás conmigo” (Memorizar Salmo 23 sería un gran proyecto para la familia). También Isaías 43:1 nos asegura: “No temas, que yo te he libertado; yo te llamé por tu nombre, tú eres mío”.

¿Y QUÉ?

Si no ponemos en acción lo que escuchamos, no aprendemos, por lo que esta actividad tiene como objetivo motivar a acción lo que hemos aprendido acerca de Dios y su deseo para nosotros.

¿Cuál es tu temor más grande? ¿Puedes contarle a Jesús? ¿Confías en Él para ayudarte?

 

Amonestación escolar

VERSíCULO

Jueces 6-7

¿Te preocupas mucho? No estás solo. Gedeón era un campeón angustiado. Siempre andaba preocupado, pero siempre hacía lo correcto cuando estaba preocupado. A ver si te puedes dar cuenta qué era.

Un día el Señor se acercó a Gedeón. El Señor empezó a decir que lo había elegido para rescatar a los israelitas de los madianitas malvados, pero Gedeón lo interrumpió y le dijo: “Dame una prueba de que realmente eres tú quien habla conmigo.”

Dios hizo una señal para tranquilizarlo. Entonces le explicó su plan para salvar a los israelitas. Una vez más, Gedeón se preocupó y dijo: “Si de veras me vas a usar para salvar a Israel, como tú mismo has dicho, voy a poner el cuero lanudo de una oveja en el lugar donde se trilla el trigo. Si por la mañana la lana está mojada de rocío, pero la tierra está seca, sabré que de veras vas a usarme para salvar a Israel, como tú mismo has dicho.”

Dios escuchó la preocupación de Gedeón, empapó el trozo de lana y dejó seca la tierra alrededor de ella. Al día siguiente Gedeón pidió a Dios que dejara la lana seca mientras que a su alrededor todo estuviera mojado. Dios lo hizo y finalmente, Gedeón creyó que era Dios quien estaba hablando.

Entonces Dios le dijo a Gedeón que condujera a 300 hombres contra los madianitas. De nuevo Gedeón estuvo preocupado, así que Dios le ordenó: “Levántate y baja a atacar a los madianitas, pues los voy a entregar en tus manos. Pero si tienes miedo de atacarlos, baja antes al campamento con Purá, tu criado, y escucha lo que digan. Después te sentirás con más ánimo para atacarlos.”  Gedeón se arrastró hasta el campamento y escuchó al enemigo hablando de su temor a Dios. ¡Al fin, Gedeón estaba listo para luchar!

Una y otra vez, Gedeón estaba preocupado por lo que pudiera pasar. Estaba demasiado preocupado, pero en cada ocasión hablaba con Dios y le pedía ayuda. Y cada vez Dios lo tranquilizaba. Dios no se cansó de ayudar a Gedeón para que dejara de preocuparse.

Es lo mismo contigo. Cuando sientes que la preocupación se está apoderando de ti, cuéntale a Dios. Pídele que te ayude. Dios no le falló  a Gedeón, y nunca te fallará a ti, tampoco.

Estemos contentos

 

Eli y sus amigos presentan una obra de teatro en dos actos sobre contentamiento-en el primer acto nos encontramos con Sapo Eli, un sapo encantado que concede deseos, pero que no puede dar satisfacción; y en el segundo acto, Herculiz busca algún trabajo que le traerá la felicidad.

 

 

 

 

TEMA

Contentamiento.

VERSíCULO PARA MEMORIZAR

Filipenses 4:12-13

“He aprendido a hacer frente a cualquier situación… A todo puedo hacerle frente, gracias a Cristo que me fortalece.”

NOTAS

¿Qué significa estar contento? ¿Significa que no tratamos de obtener una educación o un trabajo mejor? No, no es eso. Para estar contento significa tener una paz interior que no importa cuáles sean nuestras circunstancias, confiamos en que Dios está presente y proveerá por todas nuestras necesidades. El secreto de la felicidad es la fuerza que Dios nos da a través de Cristo para aceptar, confiar, y descansar. No generamos contentamiento por nuestra propia cuenta. Dios trabaja en nosotros por su Espíritu. La clave del contentamiento es la gratitud. Cuando somos tentados a ser infelices con lo que tenemos, o con lo que no tenemos, hagamos una lista de todas las cosas que nosotros tenemos, y demos gracias a Dios por esas cosas, esto puede hacer maravillas para nuestro estado de la mente y del corazón.

Ahora, ¿cómo nos convertimos al mundo de los niños? Los niños enfrentan las mismas tentaciones de estar descontentos como los adultos-sus amigos o compañeros de clase tienen casas más grandes, vacaciones más emocionantes, los juguetes de moda, un dormitorio propio, ropa más elegante, más amigos, mejores calificaciones, etc. Seamos realistas, siempre habrá alguien que tenga más cosas que tú. Nunca es demasiado pronto para enseñar hábitos de gratitud. Para el descontento, la gratitud es el antídoto más eficaz.

PRÁCTICA

¿Escuchaste bien esta historia?

  1. ¿Qué atrapó Cazador Mauro?
    R. Un sapo encantado.
  2. ¿Qué podría hacer el sapo encantado? R. Conceder deseos
  3. ¿Por qué terminó viviendo la esposa del Cazador Mauro en un profundo lodazal?R. Porque nunca estaba satisfecha.
  4. ¿Qué quería Herculiz?
    R. Quería hacer otro trabajo, aparte de cultivar hortalizas.
  5. ¿Qué terminó haciendo Herculiz?
    R. Regresó al cultivo de hortalizas.

BUENA PREGUNTA

Esta pregunta es para ayudar a los niños a desarrollar un conocimiento bíblico de Dios. El propósito es ayudar a los padres a guiar la conversación hacia un entendimiento bíblico. Le recomendamos que use una Biblia abierta en esta conversación.

  1. ¿Por qué Dios quiere que estemos contentos?
  2. R. Porque le muestra que estamos agradecidos por lo que nos ha dado, y que confiamos en Él para cuidar de todas nuestras necesidades. (Ver Filipenses 4:19,1 Tesalonicenses 5:18, Hebreos 13:5) Lea estos versículos de agradecimiento juntos como una familia: Salmo 100; Salmo 7:17; 28:7; 30:12; 35:18; 75:1; 118:28; 136:1.

¿Y QUÉ?

Si no ponemos en práctica lo que escuchamos, no aprenderemos, por lo que esta actividad tiene como objetivo motivar a practicar lo que hemos aprendido acerca de Dios y su deseo para nosotros.

¿Has dado gracias a Dios últimamente? Haz una lista de cosas por lo que estás agradecido y díselo a Dios y a tu familia. Haz un frasco de agradecimiento para tu familia. Cuando pienses en algo por lo que estás agradecido, escríbelo en un pedazo de papel y colócalo en el frasco, esa lista de cosas pueden ser recordatorios de la bondad de Dios para ti y para tu familia.

 

VERSíCULO

Filipenses 4:12-13
“He aprendido a hacer frente a cualquier situación… A todo puedo hacerle frente, gracias a Cristo que me fortalece.”

NUESTRO LUGAR EN LA HISTORIA DE DIOS

¿Cuándo te sientes contento? ¿Qué te hace sentir contento? Si alguna vez has luchado con el descontento, entonces debes conocer a Saulo.

Saulo tenía todo a su favor. Nació en Tarso, una ciudad importante con muchos negocios, buena educación y las posibilidades para viajar. Saulo era también un ciudadano romano de nacimiento, por lo que tenía derecho a muchos privilegios por todo el Imperio Romano. Sin embargo, eso no era suficiente.

Saulo creció en Jerusalén y por nacimiento era judío. Al crecer, estudió la ley judía con el rabino (o maestro) que era lo más importante de su época. Saulo sabía cómo ser judío mejor que nadie. Incluso eso no era suficiente. Saulo quería algo más-pero no sabía qué.

Después que Jesús murió, resucitó, y regresó al cielo, sus seguidores iban por la ciudad de Jerusalén hablando a la gente acerca de Jesús. Uno de estos creyentes, Esteban, fue arrestado y condenado a morir. La Biblia dice que Saulo estaba allí, cuidando los abrigos mientras que los judíos arrojaban piedras a Esteban hasta que lo dejaron muerto. Entonces, Saulo pensó que había encontrado algo que le iba a satisfacer: perseguir a los cristianos para matarlos.

Saulo persiguió a todo cristiano que pudo encontrar en Jerusalén. Pero eso no fue suficiente. Así que decidió viajar a otras ciudades para perseguir a más cristianos. Estaba en camino a la ciudad de Damasco, cuando… ¡se encontró con Jesús!

Saulo nunca fue el mismo después de conocer a Jesús en ese camino polvoriento. Su nombre incluso cambió de Saulo a Pablo. Pablo estaba contento para el resto de su vida. Si estaba en casa o lejos… caminando o viajando en un barco… viviendo en una tienda o en una isla después de naufragar… seguro y cómodo o golpeado y azotado… con creyentes o personas que lo odiaban… en la cárcel o en una sala de estar… con Jesús en su corazón Pablo siempre estuvo contento.

¿Y tú?  ¡Amar a Jesús trae gozo… paz… amor! Si quieres contentamiento, invita a Jesús a tu corazón y a tu vida hoy. ¡Nunca te arrepentirás! Pregúntale a Pablo.

Estemos contentos

VERSíCULO

Filipenses 4:12-13
“He aprendido a hacer frente a cualquier situación… A todo puedo hacerle frente, gracias a Cristo que me fortalece.”

NUESTRO LUGAR EN LA HISTORIA DE DIOS

¿Cuándo te sientes contento? ¿Qué te hace sentir contento? Si alguna vez has luchado con el descontento, entonces debes conocer a Saulo.

Saulo tenía todo a su favor. Nació en Tarso, una ciudad importante con muchos negocios, buena educación y las posibilidades para viajar. Saulo era también un ciudadano romano de nacimiento, por lo que tenía derecho a muchos privilegios por todo el Imperio Romano. Sin embargo, eso no era suficiente.

Saulo creció en Jerusalén y por nacimiento era judío. Al crecer, estudió la ley judía con el rabino (o maestro) que era lo más importante de su época. Saulo sabía cómo ser judío mejor que nadie. Incluso eso no era suficiente. Saulo quería algo más-pero no sabía qué.

Después que Jesús murió, resucitó, y regresó al cielo, sus seguidores iban por la ciudad de Jerusalén hablando a la gente acerca de Jesús. Uno de estos creyentes, Esteban, fue arrestado y condenado a morir. La Biblia dice que Saulo estaba allí, cuidando los abrigos mientras que los judíos arrojaban piedras a Esteban hasta que lo dejaron muerto. Entonces, Saulo pensó que había encontrado algo que le iba a satisfacer: perseguir a los cristianos para matarlos.

Saulo persiguió a todo cristiano que pudo encontrar en Jerusalén. Pero eso no fue suficiente. Así que decidió viajar a otras ciudades para perseguir a más cristianos. Estaba en camino a la ciudad de Damasco, cuando… ¡se encontró con Jesús!

Saulo nunca fue el mismo después de conocer a Jesús en ese camino polvoriento. Su nombre incluso cambió de Saulo a Pablo. Pablo estaba contento para el resto de su vida. Si estaba en casa o lejos… caminando o viajando en un barco… viviendo en una tienda o en una isla después de naufragar… seguro y cómodo o golpeado y azotado… con creyentes o personas que lo odiaban… en la cárcel o en una sala de estar… con Jesús en su corazón Pablo siempre estuvo contento.

¿Y tú?  ¡Amar a Jesús trae gozo… paz… amor! Si quieres contentamiento, invita a Jesús a tu corazón y a tu vida hoy. ¡Nunca te arrepentirás! Pregúntale a Pablo.

Estemos contentos

TEMA

Contentamiento.

VERSíCULO PARA MEMORIZAR

Filipenses 4:12-13

“He aprendido a hacer frente a cualquier situación… A todo puedo hacerle frente, gracias a Cristo que me fortalece.”

NOTAS

¿Qué significa estar contento? ¿Significa que no tratamos de obtener una educación o un trabajo mejor? No, no es eso. Para estar contento significa tener una paz interior que no importa cuáles sean nuestras circunstancias, confiamos en que Dios está presente y proveerá por todas nuestras necesidades. El secreto de la felicidad es la fuerza que Dios nos da a través de Cristo para aceptar, confiar, y descansar. No generamos contentamiento por nuestra propia cuenta. Dios trabaja en nosotros por su Espíritu. La clave del contentamiento es la gratitud. Cuando somos tentados a ser infelices con lo que tenemos, o con lo que no tenemos, hagamos una lista de todas las cosas que nosotros tenemos, y demos gracias a Dios por esas cosas, esto puede hacer maravillas para nuestro estado de la mente y del corazón.

Ahora, ¿cómo nos convertimos al mundo de los niños? Los niños enfrentan las mismas tentaciones de estar descontentos como los adultos-sus amigos o compañeros de clase tienen casas más grandes, vacaciones más emocionantes, los juguetes de moda, un dormitorio propio, ropa más elegante, más amigos, mejores calificaciones, etc. Seamos realistas, siempre habrá alguien que tenga más cosas que tú. Nunca es demasiado pronto para enseñar hábitos de gratitud. Para el descontento, la gratitud es el antídoto más eficaz.

PRÁCTICA

¿Escuchaste bien esta historia?

  1. ¿Qué atrapó Cazador Mauro?
    R. Un sapo encantado.
  2. ¿Qué podría hacer el sapo encantado? R. Conceder deseos
  3. ¿Por qué terminó viviendo la esposa del Cazador Mauro en un profundo lodazal?R. Porque nunca estaba satisfecha.
  4. ¿Qué quería Herculiz?
    R. Quería hacer otro trabajo, aparte de cultivar hortalizas.
  5. ¿Qué terminó haciendo Herculiz?
    R. Regresó al cultivo de hortalizas.

BUENA PREGUNTA

Esta pregunta es para ayudar a los niños a desarrollar un conocimiento bíblico de Dios. El propósito es ayudar a los padres a guiar la conversación hacia un entendimiento bíblico. Le recomendamos que use una Biblia abierta en esta conversación.

  1. ¿Por qué Dios quiere que estemos contentos?
  2. R. Porque le muestra que estamos agradecidos por lo que nos ha dado, y que confiamos en Él para cuidar de todas nuestras necesidades. (Ver Filipenses 4:19,1 Tesalonicenses 5:18, Hebreos 13:5) Lea estos versículos de agradecimiento juntos como una familia: Salmo 100; Salmo 7:17; 28:7; 30:12; 35:18; 75:1; 118:28; 136:1.

¿Y QUÉ?

Si no ponemos en práctica lo que escuchamos, no aprenderemos, por lo que esta actividad tiene como objetivo motivar a practicar lo que hemos aprendido acerca de Dios y su deseo para nosotros.

¿Has dado gracias a Dios últimamente? Haz una lista de cosas por lo que estás agradecido y díselo a Dios y a tu familia. Haz un frasco de agradecimiento para tu familia. Cuando pienses en algo por lo que estás agradecido, escríbelo en un pedazo de papel y colócalo en el frasco, esa lista de cosas pueden ser recordatorios de la bondad de Dios para ti y para tu familia.

 

Objeto volador identificado

TEMA

Salvación.

VERSíCULO PARA MEMORIZAR

Romanos 5:8

Pero Dios prueba que nos ama, en que, cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.

NOTAS

Una definición que aprendí de la gracia es “obteniendo lo que no merezco”. Y eso es lo que Billy experimentó en esta historia. Pillín pagó por la ventana rota del vecino, a pesar de que Billy la rompió. La gracia es la base de nuestra salvación. Si Dios nos da lo que merecemos, estaríamos condenados a morir por nuestros pecados. Pero en vez de eso Dios nos da la gracia–  pagando Él mismo por nuestro propio pecado, para que nosotros no tengamos que hacerlo.

¿Qué es más difícil– dar la gracia o recibirla? Es difícil dar la gracia, sobre todo a alguien quien nos ha lastimado y no tiene ningún remordimiento, ni siquiera la manera de cómo pagarnos. Pero creo que es aún más difícil recibir la gracia, porque recibir la gracia significa que tenemos que admitir que somos incapaces de pagar por nuestro propio pecado, somos totalmente dependientes de Dios para pagar por nuestros pecados y para poder vivir una vida santa. No nos gusta ser dependientes de alguien. No nos gusta admitir que somos impotentes. Nos gusta pensar que merecemos lo que recibimos, que somos suficiente buenos para recibir la salvación.

Pero en realidad sabemos que somos indefensos. Sin embargo si luchamos contra admitir esto, estamos poniendo a un lado de que Jesús ha muerto para darnos Su gracia. Dios nos la da cuando nuestras manos están llenas de nuestras “buenas obras”. Dios la da cuando levantamos nuestras manos en desesperación, admitiendo nuestra impotencia, y la necesidad de Su salvación. Dios la da cuando nos presentamos a Él con las manos vacías y el corazón abierto.

PRÁCTICA

¿Escuchaste bien esta historia?

  1. Pillín estaba ahorrando su dinero para comprar ¿qué?
    R. Una pelota Umbro Neo Zub Zero y botines Nike Bomba Pro2.
  2. Eli y Pillín encontraron un mensaje decodificador – ¿qué dice?
    R. Un ladrón está entre nosotros.
  3. ¿Quién escribió el mensaje?
    R. Guille.
  4. ¿En realidad quién rompió la ventana?
    R. Guille.
  5. ¿Quién pagó por la ventana rota?
    R. Pillín.

BUENA PREGUNTA

Esta pregunta es para ayudar a los niños a desarrollar un conocimiento bíblico de Dios. El propósito es ayudar a los padres a guiar la conversación hacia un entendimiento bíblico. Le recomendamos que use una Biblia abierta en esta conversación.

  1. ¿Por qué necesitamos la gracia?
  2. R. Necesitamos la gracia, porque es imposible para nosotros ser suficiente buenos como para pagar la deuda por nuestro pecado. Un breve viaje a través del libro de Romanos nos enseña esto y cómo Dios en su gracia nos da lo que nosotros mismos no podemos dar. Nuestro versículo es una parte de La Vía Romana. Lee y analiza esos versículos con tu familia. Cuenta tu historia de la gracia. Invita a tus hijos y nietos para contar sus historias. Si hay alguien que no ha recibido la gracia de Dios, desafíalos a hacerlo hoy y que te acompañen en el viaje.

La Vía Romana

Romanos 3:23 – Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,

Romanos 6:23 – Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

Romanos 5: 8 – Pero Dios demuestra su amor para con nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.

Romanos 10:13 – Todo el que invoque el nombre del Señor, será salvo.

Romanos 10: 9,10 – Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios se levantó de los muertos, serás salvo.

¿Y QUÉ?

Si no ponemos en práctica lo que escuchamos, no aprenderemos, por lo que esta actividad tiene como objetivo motivar a practicar lo que hemos aprendido acerca de Dios y su deseo para nosotros.

 

¿Hay alguien que conoces que necesita recibir la gracia? ¿Puedes extenderles esa gracia? ¿Les hablarás acerca de Dios y Su gracia?

Objeto volador identificado

VERSíCULO

Romanos 5:8

Pero Dios prueba que nos ama, en que, cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.

¿Has tratado alguna vez explicar quién es Jesús y no has sabido qué decir? Aquí hay una imagen para dibujar y una historia que contar:

Dibuja dos cerros con una gran brecha entre ellos. Dibuja una persona sobre un cerro y “Dios” en el otro. Todas las personas empiezan en el primer cerro. Queremos llegar a Dios, pero hay un enorme abismo que nos impide llegar: ese abismo es nuestro pecado. Algunas personas tratan de llegar a Dios haciendo un montón de cosas buenas por los demás, pero haciendo cosas buenas no pueden crear un puente sobre ese abismo del pecado. No hay nada que podamos hacer que sea lo suficiente grande o lo suficiente fuerte como para hacer un puente sobre el abismo del pecado. Estamos separados de Dios, y no hay nada que podamos hacer para arreglarlo.

Es por eso que Jesús vino. Él es el único que puede hacer un puente sobre el abismo del pecado. Jesús dió su vida para pagar por nuestros pecados y para hacer un puente hacia Dios. Dibuja una cruz en la brecha y que los dos brazos de la cruz conecten con los dos cerros. Ahora tenemos acceso a Dios a través de Jesús. Podemos ir a la derecha a través del puente de Jesús y entrar en la presencia misma de Dios.

¿Qué necesitamos hacer? Nada más que creer. Romanos 5 dice: “Pero Dios prueba que nos ama, en que, cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. Y ahora, después que Dios nos ha hecho justos mediante la muerte de Cristo, con mayor razón seremos salvados del castigo final por medio de Él. …sino que también nos gloriamos en Dios mediante nuestro Señor Jesucristo, pues por Cristo hemos recibido ahora la reconciliación”. Y Hechos 16:31 nos dice: “Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo”.

¡Alégrate! Eres oficialmente un hijo de Dios y un hermano/a de Cristo Jesús. Nada puede separarnos del amor de nuestro Salvador.