Mauro se está quedando con Eli mientras que sus padres están en el hospital ya que su mamá va a tener un bebé. Pero una gran tormenta corta la energía eléctrica y luego Mauro se ve atrapado en las calles inundadas. ¿Puede Eli salvarlo?
TEMA
Dios es nuestro refugio.
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR
Salmo 46:1:1 Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza; nuestra ayuda en momentos de angustia.
NOTAS
¿Qué haces cuando estás pasando por un mal tiempo de tu vida? En un momento u otro a todos, incluyendo a los niños, nos toca pasar por dificultades. Y la respuesta de ellos probablemente reflejará la tuya. Los niños aprenden de sus padres, por lo que es importante que los padres les den buenos modelos bíblicos a seguir. Los Salmos contienen muchas palabras de consuelo y estímulo, especialmente de David, quien enfrentó muchos momentos difíciles. David fue un fugitivo (Salmo 18), un pecador abatido (Salmo 51), y un padre quebrantado de corazón (Salmo 3). Pero siempre encontró esperanza y ayuda en su Dios. ¿Podemos decir lo mismo? ¿Nos dirigimos a Dios para encontrar ayuda? O, ¿nos quedamos despiertos por la noche tratando de arreglarlo por nuestra cuenta?
Al igual que los marineros, en realidad no probamos o mejoramos nuestras habilidades sino hasta que pasamos por mal tiempo. Es fácil navegar cuando el sol brilla y el agua está tranquila. Pero se necesita habilidad y experiencia para dirigir un barco a través del viento, la lluvia y las olas embravecidas. La Biblia nos dice que “el sufrimiento produce perseverancia; la perseverancia, entereza de carácter; la entereza de carácter, esperanza.” (Romanos 5:3-4). Aunque no apreciamos la tormenta cuando estamos en ella, somos más fuertes cuando la tormenta disminuye y una vez más encontramos aguas tranquilas.
El Salmo 46 nos ofrece grandes palabras de ayuda y esperanza cuando nos enfrentamos a un mal tiempo. ¿Podemos confiar en que Dios sea nuestra ayuda siempre presente en problemas? Cuando lo hacemos, y cuando enseñamos esto a nuestros niños, les damos habilidades para toda la vida para ayudarlos a pasar el mal tiempo.
PRÁCTICA
¿Escuchaste bien esta historia?
P.</strong¿Por qué estaba Mauro en la casa de Eli?
R.Su mamá estaba en el hospital para tener un bebé.
P.¿Por qué Mauro estaba preocupado?
R.Mauro estaba preocupado por la seguridad de sus padres cuando la energía eléctrica se apagó en la tormenta. Y por lo que sería su vida con un nuevo bebé en la casa.
P.¿Qué hizo Mauro cuando se apagaron las luces?
R.Salió de la casa de Eli para llegar al hospital.
P.¿Qué le pasó cuando se dirigió al hospital?
R.Fue arrastrado por las aguas de la inundación.
BUENA PREGUNTA
Esta pregunta es para ayudar a los niños a desarrollar un conocimiento bíblico de Dios. El propósito es ayudar a los padres a guiar la conversación hacia un entendimiento bíblico. Le recomendamos que use una Biblia abierta en esta conversación.
P.¿Qué significa que Dios es un refugio? ¿Cómo nos ayuda Dios?
R. El diccionario Larousse nos dice que refugio es un “amparo o asilo contra el peligro o la angustia, algo a lo cual se puede recurrir en dificultad”. Ésa es sin duda una buena descripción de cómo Dios es nuestro refugio. Dios nos protege del peligro y de la angustia (Filipenses 4: 6,7). Dios nos ayuda a quitar nuestro miedo, incluso cuando todo lo que nos rodea se está cayendo a pedazos (Salmo 46:2-3). Dios nos ayuda asegurándonos de que él está a cargo (Salmo 46:6) y que será victorioso al final (Salmo 46:6, 8-10). Dios nos ayuda al darnos paz, la capacidad de estar quietos y esperar a que él actúe (Salmo 46:10). Dios nos ayuda al estar presente con nosotros (Salmo 46:5, 7, 11).
¿Y QUÉ?
Si no ponemos en acción lo que escuchamos, no aprendemos, por lo que esta actividad tiene como objetivo motivar a acción lo que hemos aprendido acerca de Dios y su deseo para nosotros.
¿Alguna vez Dios te ha ayudado cuando has estado pasando por tiempos difíciles? ¿Cómo?
¿Conoces a alguien que está pasando por malos momentos ahora mismo? ¿Qué puedes hacer esta semana para ayudarlos?
VERSíCULO
Salmo 46.1
Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza; nuestra ayuda en momentos de angustia.
NUESTRO LUGAR EN LA HISTORIA DE DIOS
¿Alguna vez has tenido que depender exclusivamente de tu confianza en Dios? ¿Estuviste tan preocupado por algo que la única cosa que podías hacer era contárselo a Dios? Si es así, entonces tienes que conocer a Abraham.
Abraham tenía un problema, un gran problema: no tenía hijos. Abraham tenía una buena esposa, Sara. Tenía muchos animales y sirvientes. Pero no tenía a nadie que cuidara de Sara después de su muerte. Abraham necesitaba un hijo, pero él y Sara ya eran demasiado viejos para tener un bebé. ¿Qué podían hacer?
Abraham hizo lo mejor que alguien que está preocupado por un problema debe hacer: habló con Dios. Dios le dijo a Abraham que confiara en él, que tendría un hijo, y su hijo tendría tantos hijos que un día el número de hijos de los hijos de Abraham superaría en número a los granos de arena de la playa. ¡Eso es un montón de hijos!
Abraham tuvo que confiar en Dios y esperar. Abraham esperó hasta que tenía 100 años y Sara tenía 90 años. Fue entonces cuando Sara tuvo un bebé. ¿Puedes imaginar lo emocionados que estaban Abraham y Sara?
Abraham le contó a Dios de su problema y lo preocupado que estaba. Abraham escuchó la promesa de Dios de un hijo. Entonces confió en Dios. ¿Te preocupa un problema que no puedes resolver por tí mismo? Haz lo que hizo Abraham: dile a Dios y luego confía en él.